Un día, Pablo, que era alto, flaco, de pelo negro y ojos marrones, iba hablando con su amigo Marcelo, que era más bajo y corpulento que Pablo, sobre una nueva película que estaban filmando en el país:
_Viste esa nueva película que están filmando? ¿El Capitán Nemo y su Nautilus?
_No, ¿de qué trata?_ dijo Marcelo.
_Es como 20.000 Leguas de Viaje Submarino, pero con otro título._ respondió Pablo.
_Ah, debe ser buena._ agregó Marcelo y los dos siguieron caminando.
Al otro día, Pablo iba de camino a la facultad y pasó por el estudio donde filmaban la película. Cuando pasó por al lado de la puerta de entrada vio un cartel que decía:
EXTRAS NEEDED FOR THE TRIPULATION / SE NECESITAN EXTRAS PARA LA TRIPULACIÓN.
Pablo corrió hacia el interior del estudio y averiguó que quedaban dos vacantes y que tenían que ser mayores de 21 años (ellos tenían 22), lo primero que hizo fue decirle a Marcelo si quería participar, y este le dijo que sí, así que Pablo los inscribió.
Cuando iban de camino al estudio para filmar la escena en la película en la que ellos aparecían su auto se descompuso, y ya que no tenían tiempo para llevarlo a arreglar decidieron tomarse el tren, pero tuvieron la mala suerte de que ese día había paro de trenes, y lo mismo pasaba con los subtes. Así que decidieron tomarse el colectivo, luego de estar media hora esperando (les quedaba nada media hora más), llegó el primer colectivo. Sin pensarlo se subieron corriendo y resultó ser que ese colectivo llevaba a la otra punta de la ciudad. Como ya no quedaba más tiempo decidieron avisar al estudio que no podrían ir a filmar la película y regresar a sus casas luego de pasear por el barrio en el que estaban.
Meses después cuando se estrenó la película fueron los primeros en comprar entradas, y ese día si llegaron a tiempo.
lunes, 24 de junio de 2013
lunes, 17 de junio de 2013
Texto con adjetivos y sustantivos de "La historia del hombre leopardo".
Ella era una mujer distante y vacía de imaginación. Aunque su mirada era soñadora sus numerosos y audaces sentimientos estaban amaestrados como leones de circo. Todas las tristes tardes, llenas de aburrimiento, de tristeza y de melancolía, hacían que la vida para ella sea una gran monotonía. El final parecía inevitable, debía soltar sus sentimientos y volver a empezar.
lunes, 10 de junio de 2013
lunes, 3 de junio de 2013
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