miércoles, 8 de agosto de 2018

Oliveriando

Luego de la lectura y el análisis de 20 Poemas para ser leídos en el tranvía, de Oliverio Girondo, se nos dio la consigna de realizar un poema sobre el colegio, partiendo de fotos tomadas por nosotros y desde el punto de vista de Girondo, como si él mismo estuviera aquí, escribiendo un poema sobre nuestro colegio.
20 Poemas es un poemario en el que Oliverio describe distintas ciudades del mundo, la mayoría recorridas por él en sus viajes en los años veinte y más que nada Buenos Aires, siempre siendo crítico de la modernidad que estas fueron adoptando en esos años. Al ser Girondo un ultraísta, tiene una manera muy particular de describir las cosas, haciéndolo tal cual las ve, sin tomar en cuenta ninguna experiencia previa y recurriendo no solo al verso sino también a la prosa al escribir sus poemas. Logra una descripción precisa de las ciudades usando una gran cantidad de metáforas e imágenes visuales, además de siendo muy objetivo (no mostrando ningún sentimiento salvo en muy pocos casos en los que lo considera necesario).
En mi texto, intenté replicar el estilo de Oliverio usando metáforas e intentando evitar las rimas, así como dando imágenes visuales (a veces mediante las metáforas) para describir el interior o exterior del colegio. Además, me inspiré en algunos de sus poemas, como “Paisaje bretón” y “Apunte callejero”, más que nada en dar una imagen negativa y ser crítico del lugar. En la primera línea “A la entrada rejas como picas”, por ejemplo, comparo las rejas de la escuela con picas, para dar la sensación de algo hostil, por así decirlo, y de que el colegio no puede dejarse, salvo cuando estas están abiertas. Otras comparaciones que aparecen son la de los pasillos de la escuela con los de un hospital, tanto por su color como por el silencio en ellos y por la sensación que da al caminar por estos, y la de el patio del colegio con un cementerio (el gris de este con el gris de las lápidas, más precisamente) y las hojas caídas de los árboles como los cuerpos enterrados en este. Más hacia el final del poema, busco poder lograr una descripción más precisa del colegio usando no sólo imágenes visuales, sino también intentando usar los olores y los sonidos para dar una imagen de como es el interior del edificio. Esto se ve en estas líneas:
“Los olores del encierro, que matan
Los sonidos que se mezclan, tanto adentro como afuera”


A la entrada rejas como picas
Que dan paso a pasillos blancos y luminosos como los de un hospital
Llenos de tristeza… y aburrimiento
Afuera, hojas tiradas como cadáveres en un gran cementerio gris
Adentro, aulas secas y más pasillos desolados
Los olores del encierro, que matan
Los sonidos que se mezclan, tanto adentro como afuera
Rastros de risas y retos, rumores y secretos pasados,





















Que ya no están

Todo apunta a la salida

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